Vuelta por sus fueros

17/12/2022

PANABÁ
Ovación y dos oreja
Marrón

 

Recuperó Diego Ventura la senda del triunfo en Panabá, en Yucatán, gracias a su soberbia faena al segundo toro de su lote de hoy, de la ganadería de Marrón. Un buen toro, colaborador desde el primer tercio, con pies y nobleza, lo que le permitió al torero sacarse la espina de su primera faena, donde no pudo obtener premio. Lo enceló a la perfección de salida y se recreó en cada encuentro con Velásquez, apurando al máximo cada uno de ellos en dos quiebros de sensación. Fue el preámbulo a la locura con Bronce, inmersa la cabalgadura en esos espacios que, de natural, son del toro, pero que Ventura y Bronce conquistan con una suficiencia y complicidad sencillamente mágicas. En esos espacios sin longitud, solo con tiempo, se quedó Diego con su caballo para la historia, desplantándose ante la mirada imantada del toro de Marrón, al que torearon pasándoselo muy muy cerca. No fue ajena la plaza a lo visto, completamente feliz. Redondo con las cortas con Bombón, esta vez sí, coronó Diego Ventura su exhibición con un gran rejón, que fue la mejor manera de certificarla.

Fue su primero un toro a menos en su comportamiento frente al que Diego Ventura compuso una faena, en cambio, a más. Volcó para ello su inconformismo de siempre y la capacidad también para conquistar y dominar terrenos de incertidumbre cuando uno no sabe qué va a encontrar cuando va. Una y otra vez fue el jinete de La Puebla a la distancia mínima donde se juega la suerte que quiere serlo de verdad y por eso conectó tanto con la gente. Como en cada embroque en banderillas, de frente, y la salida de ellos con piruetas tan al límite. Tenía ya Diego al público en ese punto, pero quiso más y lo alcanzó al clavar quebrando al pitón contrario con Gitano, sorprendiendo con su manera han diferente de hacer una suerte más recuperada por Ventura. Lástima que fallara con el rejón y que tuviera que descabellar, pero la ovación fue tan atronadora como sincero su compromiso.