Ventura conquista La Rioja

25/09/2021

ARNEDO
Dos orejas y dos orejas
Los Espartales

 

No era la de hoy una cita cualquiera para Diego Ventura. No era una etapa más de la temporada. Era especial. Y lo era porque se trataba de La Rioja, tierra donde goza de numerosos seguidores que, año a año, se ven obligados a viajar a otros lugares más o menos cercanos donde encontrarse con el genio, ya que el genio sigue con las puertas cerradas de Logroño, la primera de las plazas de La Rioja. Por eso era tan especial el encuentro en su tierra, en su terreno, con esa gran cantidad de venturistas riojanos, incluso, navarros, que hoy vibraron en casa como tantas veces tuvieron que hacerlo a domicilio.

Y no defraudó el rejoneador de La Puebla del Río, que completó en el precioso coliseo de Arnedo otra actuación arrolladora y plena abrochada con cuatro orejas a su par de toros. El primero, de Los Espartales, al que recibió con Guadalquivir, con el que paró, enceló y clavó con la clase que derrama este caballo, uno de los pilares de la cuadra de Diego. Aunque el eje de la faena vino a lomos de Nazarí, sencillamente cumbre tanto en el toreo de costado como al clavar de frente, absorbiendo toda la encendida embestida del burel con los pechos del caballo a la manera de la muleta más templada del toreo. Faena de sutileza y poder entremezclados en uno para hacer las delicias de Arnedo y su gente.

Otras dos orejas cortó como premio a la gran obra que también compuso con el segundo de su lote, con el que brilló especialmente en banderillas con Sueño, con el que se volcó literalmente encima sobre el toro para clavar y con el que desafió la lógica de los espacios al meterse tan por dentro... La locura llegó luego con Bronce, cómo no… Porque no cabe más ajuste para encelar y conducir a un animal y porque no existe mayor prodigio y compenetración que cuando lo deja volar, sin cabezada, y Bronce vuela... Fue la cima de una tarde de comunión total con La Rioja y su afición. De comunión y de conquista, si que ésta aún fuera necesaria…