Ventura arrebata en Bocairent

Nueva tarde de triunfo rotundo de Diego Ventura y otra vez una plaza llena dentro del aforo permitido, con el cartel de “No hay billetes” luciendo en sus taquillas. El denominador común de la temporada 2021 del rejoneador de La Puebla del Río, imparable en este arranque de año. Fresco, intenso, muy metido, emocionante, sin un solo tiempo muerto en sus composiciones, redondo para cuajar cada una de las virtudes de sus toros, como el buen lote de hoy de Los Espartales. Ventura arrebata. Impacta en pasajes de pura magia como el quiebro al encuentro en los medios con Lío, ajustado y preciso hasta el límite, imposible por momentos hasta que surge sorprendente para demostrar que sí era posible. O en compases de magisterio sin límite como lo hecho en el tercio de banderillas del que hizo cuarto con Bronce. Toreo en estado puro. Toreo del grande. Toreo, que es dominar la voluntad del toro y crear belleza con ella.

Hubo aún otro quiebro a caballo y toro parado en el primero con Lío, sin distancias casi, con el espacio medido para citar, embrocar, quebrar y salir. Y hubo otro más en el siguiente con Fabuloso, dejándose llegar al de Los Espartales para batir entre los pitones, clavar y salir de la suerte con piruetas, gasolina al fuego de la pasión encendida de la plaza llena. Vibraba la piedra de Bocairent después de tanto tiempo en silencio. No hubo tregua alguna en ninguna de sus dos comparecencias. Fue todo una fiesta, la que propiciaba Diego y la que hacía suya la gente, feliz, que es para lo que se va a los toros. Tres orejas como balance final de otra tarde que no olvidarán quienes la vieron. Arrebatadora y genial, magistral y emocionante. Como todo Diego Ventura.