Triunfo y una fuerte caída
Diego Ventura ha cuajado una gran actuación en la plaza de Vera, donde a pesar de la dificultad de sus dos toros ha conseguido cortar dos orejas. Ventura conjugó el triunfo con el peligro, ya que el segundo de su lote le propinó una fuerte caída de la que por suerte no ha sufrido daños mayores.
A su primero lo paró con Oro, que estuvo muy bien a pesar de que el toro se ponía por delante y se comportaba con sosería. Le colocó dos rejones de castigo. En banderillas comenzó con Orobroy, con el que batió bien, haciendo el toreo bueno a pesar de que el toro no se prestaba lo más mínimo, desentendiéndose del caballo y poniéndose por delante constantemente.
Con Wellington puso dos palos al quiebro de mucho mérito dada la condición del astado. Cerró con Califa colocando tres cortas, un par a dos manos y mató de un rejón. Cortó una oreja aunque el público pidió con fuerza la segunda.
El segundo toro lo paró con Demonio. El de Ramón Sánchez fue un toro malo, muy bruto en sus acometidas con el que este caballo estuvo muy bien, templado y metiéndose incluso por las tablas. Le clavó dos rejones de castigo y lo lidió muy bien, llevando muy templado a un toro con mucho poder.
Con Nazarí galopó muy bien de costado y clavó siempre buscando el pitón contrario para hacerlo con la máxima pureza. En una de estas suertes el toro hizo presa en uno de sus arreones y lo tiró al suelo, viviéndose un momento de máxima tensión y gran peligro. Ventura sufrió un fuerte golpe en el hombro, pero reacciónó con infinita raza ante el percance.
Enrabietado, se montó en Ginés y puso dos banderillas con enorme transmisión. Cerró con Califa colocandos dos cortas y matando al toro con un rejón fulminante que puso en sus manos las dos orejas. Hubo incluso petición de rabo que el presidente no atendió.
Fotos: Carlos Núñez
Vera (Almería)
Toros: Ramón Sánchez
[background]
[background_image]{THEME_ROOT}/images/tauromaquia.jpg[/background_image]
[/background]