La genialidad que fluye

18/02/2018
MOTRIL
Dos orejas y rabo
Casa Prudencio
Nuevo triunfo pletórico de quien vive habitualmente en el triunfo y en la plenitud. Como quien no se da pausa ni a sí mismo, como quien mastica la impaciencia por la competencia, por ser mejor cada día porque no encuentra mejor razón de ser como torero. Como quien no entiende de festivales o de compromisos grandes. Como quien necesita sentir que también sus caballos crecen en la medida en que exige de ellos lo que sabe que ellos llevan dentro. Diego Ventura se ha exhibido también hoy en Motril en una mañana luminosa y espléndida de toreo esplendoroso. Para empezar, se permitió probar a Bombón -antaño de último tercio- desenvolverse de salida y expresarse con capacidad para domeñar esos primeros envites y ponerlos a favor de lo que viene después. Que lo que después vino fue Fino, grande ya, con hechuras de veterano, que se cosió al utrero de Casa Prudencio al costado para conducirlo a dos pistas por los adentros, pulseando su galope, midiéndolo, calibrándolo para dejarlo en su punto exacto y retarle al clavar en quiebro con esa medida también que delimita lo puro de lo común. Y aún después fue el turno de Bronce, que es oro en su potencial, una mezcla de valor innato y de sentido del temple para cruzar esa línea fronteriza que separa lo cercano de lo casi imposible. Podía sentir Diego el aliento de su oponente en su bota de cuanto de debajo del estribo se dejó llegar al novillo. Dólar puso la locura tras un par de banderillas a dos manos sin cabezada colosal, de ejecución perfecta, inmaculada, impoluta, de tratado para quien algún día se atreva a intentarlo. Volaba ya la mañana en Motril con la misma alegría con que volaban al viento las crines sueltas de Dólar. Desatado. La quintaesencia de la doma, de la compenetración, de la complicidad, de la conjunción entre un hombre -un torero- y un animal -un caballo. Le puso el broche Ventura a su faena con Remate con banderillas cortas antes de cobrar un rejón entero y certero. Pletórico Diego. Triunfal. Único. Genial. Esa genialidad que fluye…