La cátedra de cada tarde

Sigue imparable Diego Ventura su temporada más especial haciendo de cara tarde una especie de cátedra desde donde dicta lecciones magistrales. También hoy en Santoña, su único compromiso del año en tierras de Cantabria, donde ha desplegado todo su arsenal en una tarde de impacto. El triunfo lo aseguró ante el buen toro de Los Espartales que lidió en segundo lugar. Un animal de entrega y clase, exigente, frente al que compuso una faena extraordinaria, de jugar con los terrenos para propiciar embroques de una reunión impecable. Como quiera que remató la faena de manera excelente con el rejón final, se alzó con las dos orejas.

Pinchó la faena a su primero, de Ana Romero, en lo que ha sido otra apuesta más de Ventura por medirse a un encaste poco habitual en corridas de rejones. El toro de Santa Coloma tuvo nobleza y se movió con cierta franqueza, pero le faltó un punto de celo. Lo solventó Diego llegándole mucho para provocar las embestidas y encelarlas después. Toreo de absoluto dominio en terrenos de cercanías, al que sólo le faltó el broche del acero.