Dos orejas de peso le convierten en el gran triunfador de la tarde

Dos orejas, pero pudieron ser más. Diego Ventura estuvo de nuevo a un altísimo nivel y conquistó al público catalán. Cortó las dos orejas del primero de su lote con una faena completa, compacta, pura y espectacular a un tiempo. Y pudo obtener un trofeo más del sexto de no haber tenido que usar el descabello. Ventura estuvo enorme con el toro que le ayudó un poco más y sacó todo lo que tuvo con el que colaboró menos.

Las dos orejas del primero cayeron después de una faena completa en la que Ventura mezcló la pureza de las suertes con una preparación espectacular. De este modo hizo las delicias del público desde que paró al toro con Maletilla doblándose muy bien con el de Capea y recortando de forma espectacular su embestida en un palmo de terreno. Con Orobroy puso la plaza en pie. El caballo estuvo cumbre en las galopadas de costado al hilo de las tablas, encelando perfectamente a un toro mansito que se dejaba. Después, Ventura se iba de punta a punta del ruedo y el toro se venía, por lo que las dos banderillas que clavó batiendo fueron sencillamente magistrales. A la salida de una de ellas, Ventura hizo un recorte por dentro que acabó de enloquecer a la concurrencia. A continuación sacó a Cheke, con el que puso dos banderillas al quiebro que siguieron elevando el tono de la faena. Con Califa colocó las cortas, adornándose después con espectaculartes alardes agarrando los pitones del toro. Mató de un rejón certero y cortó dos orejas con peso específico.

El segundo de su lote colaboró menos, pero ahí sacó a relucir la capacidad de Diego para hacer buenas faenas con toros mediocres. El toro fue peligroso, parado y reservón. Destacaron las galopadas de costado con Nazarí, con el que colocó dos banderillas. Ginés y su espectacular balanceo sirvieron a Diego para poner la emoción que le faltaba a su enemigo. Con él puso dos banderillas buenas. Volvió a sacar a Califa para las cortas y para matar, dejando un rejonazo que no fue suficiente. De no haber tenido que descabellar, habría cortado al menos una oreja más.

Fotos: Carlos Núñez

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