Diego Ventura triunfa y pierde un caballo en San Cristóbal

Diego Ventura ha vivido la cara y la cruz en el festejo celebrado en San Cristóbal (Venezuela), donde ha cuajado una gran actuación, sobre todo en el segundo de su lote, que terminó con la parte amarga de la muerte de su caballo Sabiote, uno de los que estaba utilizando para el último tercio. El caballo murió de un infarto cuando Ventura lo sacó para rematar su actuación y quedó fulminado en el ruedo. Fue un auténtico jarro de agua fría en medio de una actuación que podía haber acabado incluso en indulto del toro de Capea. De este modo comenta Mundotoro.com la actuación de Ventura en San Cristóbal: “La nota negativa del festejo la puso el fallecimiento de Sabiote de Diego Ventura de un infarto fulminante mientras lidiaba al quinto de la tarde. El sevillano estaba cuajando una gran faena, incluso había petición de indulto para el de San Mateo, cuando el caballo se desplomó en los compases finales de su actuación. Todo quedó en una oreja después del momento trágico. Ventura escuchó palmas tras errar con el rejón de muerte una gran faena al primero de San Mateo. El toro de la ganadería de El Niño de la Capea siguió con celo a las monturas del rejoneador sevillano estuvo a gran nivel”. Por su parte, Aplausos también refleja la buena tarde de Ventura y el desgraciado percance que la enturbió: “El rejoneador Diego Ventura saboreó las mieles de la mala fortuna. Interesantísimo su recital de toreo a lo largo de toda la tarde. Ante el que abrió plaza, ajustados fueron el par de rejones de castigo y luego banderillas que a lomos de Demonio, Sabiote y Morante dejó en todo lo alto el jinete hispano-luso. Mucho más compenetrado se vio en su segundo, bravo y noble del hierro de El Capea. Cuando la faena tocaba sus últimos estertores de emoción, a lomos de Sabiote, un infarto fulminante del caballo en pleno ruedo, enmarcó el triste y curioso momento, sobreponiéndose tras despejar del ruedo sus restos a fuerza de los operarios y el propio rejoneador, para rematar labor con fulminante rejonazo. Una oreja que debieron ser dos y el arrastre lento del toro”. Fotos: Franco Zamid Escalante Medina
31/01/2015
San Cristóbal (Venezuela)
palmas y oreja Toros: San Mateo
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