Diego Ventura prolonga su idilio con La Flecha

El primer triunfo, el más importante, era el del lleno un año más en los tendidos. Un entradón que supone otra inyección de aire puro para la Asociación de Esclerosis Múltiple de Valladolid a la que se destinan los beneficios de este festival en el que Diego Ventura se ha hecho fijo como fijo también ha convertido el rejoneador su triunfo y la exhibición con que renueva la devoción que le profesa el público de La Flecha. Hoy cortó dos orejas de un buen novillo de Casa Prudencio, que, si bien salió algo frío, pronto se enceló a partir del rejón de castigo que el torero dejó con Lambrusco. En banderillas, jugó Ventura con la emoción con la que el utrero se venía a los cites, lo que multiplicaba la exposición en los embroques. Eso y cuánto esperó Diego para la ejecución final de la suertes le infirió a cada una de ellas un punto más de intensidad, que fue siempre sinónimo de capacidad y de superioridad. Así fue con Fino, con Lío y con Bronce, en un tercio de banderillas donde no cupo pausa ni tregua alguna en la tendencia creciente de la conexión del público con lo que en el ruedo pasaba. Las cosas de la verdad… Compacto con las cortas y certero con el rejón de muerte con Remate, rubricó Diego Ventura otra gran actuación coronada con el doble premio. Y, lo que es más importante, con el cariño incondicional de de un público que ya le espera de nuevo.