El primer gran triunfo de 2019

12/01/2019
ARANDAS
Dos orejas y dos orejas
Boquilla del Carmen
Diego Ventura pudo, por fin, inaugurar el casillero de triunfos grandes del recién comenzado 2019 cortando cuatro orejas en Arandas, resultado a la altura de su nivel frente a un lote de toros de Boquilla del Carmen que no le ayudó nunca. Pero salió a relucir la raza de quien nunca aprendió cómo se conjuga el verbo defraudar y solventar todos los inconvenientes de la materia prima en su mano para responder a la expectación del público que llenó la plaza el día que se rendía homenaje a la Virgen de Guadalupe en el corazón de Jalisco. No se prestó para nada y en ningún momento el primer toro de su lote, desesperadamente parado. Así las cosas, todo lo realizado fue por obra y gracia de la ambición incondicional e inconformista de Diego, que lo puso todo en aras del triunfo que la condición de su oponente le ponía cuesta arriba. Tras pararlo con Bombón, le hizo la lidia completa en banderillas con Bronce para pisar, como es costumbre, terrenos inverosímiles y de sincero riesgo. Manso en grado sumo y muy aquerenciado en tablas, obligó a Ventura a cruzar una y otra vez la frontera de la razón. Le recetó un rejón impecable y obtuvo las dos orejas, pedidas con fuerza por la afición de Arandas en justa correspondencia a su actitud. Fue reservón el segundo toro, del mismo hierro, lo que no supuso hándicap alguno para Ventura, que otra vez se dio todo en una faena total, de lidia magistral y revestida de plena emotividad gracias a que no concedió el torero un solo tiempo muerto. Recibió al ejemplar de Boquilla del Carmen con Jaguar, para ya, en banderillas, poner en liza a Colombo, que hubo de llegar mucho a la jurisdicción del burel, donde se quedó ya tras clavar para torear por la cara y propiciar el celo que el toro no tenía. Encendió del todo el clamor en los tendidos al clavar al quiebro y al violín con Gitano y ofrecer un derroche de doma descomunal con Dólar, en el par a dos manos sin cabezada y también luego en las pasadas tan ajustadas y desafiantes, desprendido siempre de las riendas. Lobato le puso continuidad a la conexión con el público en el carrusel de cortas como anticipo al rejón que cobró por último con Prestigio. Una actuación redonda y rotunda, que le valió otro doble premio y coronar su primer gran triunfo de 2019 con cuatro orejas en total.