Entre los dedos

14/08/2022

HUESCA
Ovación y oreja
Campos Peña

 

Como por la mañana en Dax, jugó de nuevo una mala pasada el acierto con los aceros a Diego Ventura en Huesca. Porque le tenía cortadas las dos orejas a sus dos toros, pero pinchó al primero y tardó en caer el segundo, lo que enfrió la petición del público para que también se le abriera la Puerta Grande en San Lorenzo. Que la mereció el de La Puebla del Río, muy por encima de las posibilidades que le brindó su lote de toros de Campos Peña.

Su primero fue claramente a menos, pero mientras duró, le enjaretó Ventura una faena de alto nivel que alcanzó en banderillas con Velásquez y Nómada los pasajes de mayor transmisión con el tendido. Por los terrenos que pisó para provocar las embestidas, siempre remisas y pesadas. Diego les daba alas por la vía del valor y de la capacidad para tocar esas teclas justas para sortear lo que el astado no ponía. Se le entregó la plaza, se le entregaron las peñas, pero pinchó con el rejón y la recompensa se redujo a una cerrada ovación.

De nuevo saboreó las mieles del triunfo en su segundo, otro toro muy a menos que exprimió al límite de su raza con Nazarí y Lío. Como de costumbre, por la vía del temple el primero, de esa virtud suya de encandilar y convencer a los toros. Y en quiebros de pura electricidad con Lío, en todos los terrenos y siempre dando la ventaja de su querencia al de Campos Peña. Lo mató pronto, pero tardó en caer y ahí se apagó la intensidad de la petición de la gente. El palco concedió una oreja.