Lección de temple y magisterio y dos orejas

Diego Ventura no falla. Esta vez ha cosechado un importante triunfo en Huesca, donde cortó dos orejas de peso a su primer toro, sin poder aumentar el triunfo en el segundo de su lote al ser éste uno de los toros más difíciles con los que se ha topado esta temporada.

En el primero construyó una faena contundente y maciza, sin fisuras y presidida por un temple infinito de principio a fin. Comenzó con Maletilla toreando muy bien con la cola y doblándose con el toro, clavando un solo rejón de castigo yendo muy de verdad de frente, dejándose ver.

En banderillas montó en primer lugar a Nazartí, con el que toreó de costado al ralentí, colocando dos palos extraordinarios. No confirme se adornó con dos o tres pasadas toreando con el sombrero en las que el caballo fue una auténtica muleta, embebiendo las arrancadas del toro y llevándolo siempre a un ritmo lento. A continuación sacó al protro nuevo hijo de Guaraná con el que clavó dos palos yendo muy de frente y haciendo las cosas con mucha pureza.

En el último tercio sacó a Remate para colocar tres cortas muy bien y mató de la forma que viene haciéndolo en las últimas actuaciones: citando de punta a punta de la plaza con Califa, recetando un rejonazo fulminante y haciéndose acreedor de dos orejas de las que tienen peso específico.

El segundo de su lote fue uno de los toros más complicados con los que Ventura se ha enfrentado esta temporada. El enorme sentido que tenía este animal de El Canario hizo muy difícil su lidia, a pesar de que Diego Ventura manejó en todo momento de forma magistral los terrenos y las querencias del animal.

Lo paró con Chocolate, evidenciándose desde el primer minuto el peligro del toro, que se ponía por delante y buscaba descaradamente al caballo, cuando no se defendía metido en tablas. Colocó un rejón de castigo y en banderillas Ventura tuvo todo el mérito del mundo al ser capaz de clavar dos pares al quiebro arriesgando muchísimo porque el toro se iba directo a la cabalgadura.

Con Morante sólo puso una banderilla por la creciente complicación del astado, que en uno de sus arreones le propinó un fuerte golpe en la rodilla, y remató su actuación poniendo tres rosas y un par a dos manos con Califa, con el que mató de varios pinchazos y rejonazo, sin tener opción al triunfo.

Fotos: Carlos Núñez

14/08/2011

Huesca
dos orejas y ovación
Toros: El Canario


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