2023, otro año mágico

Otro año mágico. Eso ha sido la temporada 2023 de Diego Ventura en plazas europeas. Una campaña marcada siempre por la feliz conmemoración del veinticinco aniversario de su alternativa y, en este sentido, la constatación del lugar absolutamente propio en el olimpo del toreo que ha alcanzado el genio de La Puebla del Río en este cuarto de siglo. La de Diego Ventura es una leyenda que se sigue escribiendo en tiempo presente. Tarde a tarde, faena a faena, triunfo a triunfo. Pero, sobre todo, obra maestra tras obra maestra, de las que en 2023 ha habido un puñado porque éste puede ser el año en el que ha alcanzado una mayor regularidad en la excelencia.

Sin contar las ocho que ya toreó aún en plazas de México entre el 1 de enero y el 27 de febrero, Ventura completa su temporada en España, Portugal y Francia con cuarenta corridas de rejones toreadas. Se ha medido a 87 toros (de nuevo, de una amplia variedad de encastes), a los que les ha cortado 104 orejas y 16 rabos. Números estratosféricos que se rematan con otro dato más: Diego ha salido a hombros en 33 de esas 40 tardes, es decir, en el 82,5% de las corridas donde hizo el paseíllo, lo que refleja el grado de regularidad en el triunfo que sido capaz de mantener. De esas 33 salidas a hombros, tres lo fueron en cosos de primera categoría: Madrid, Nimes y Zaragoza. En el caso de Las Ventas, se trata de su decimoctava puerta grande en la primera plaza de toros del mundo, un registro hoy sólo en sus manos. La mejor serie de triunfos del año se produjo entre el 29 de junio en Zamora y el 28 de agosto en Cuenca, dos meses excepcionales en los que enlazó once puertas grandes consecutivas. Especiales fueron también sus dos únicas comparecencias en Portugal y en Francia. Ambas, con aroma de regreso. La primera, en Moita, que supuso la vuelta de Diego a Portugal cuatro años después, lo que celebró con una de sus actuaciones antológicas de 2023. La segunda, en Nimes, a donde volvía también después de varios años de ausencia para coronarse con una nueva salida a hombros por la Puerta de los Cónsules.

La mencionada de Madrid fue la tarde del adiós a los ruedos de Nazarí, sin duda, el caballo más importante en la carrera del rejoneador cigarrero y uno de los que ha escrito la historia moderna del rejoneo. Pero no sólo el recuerdo de tantas y tantas faenas memorables deja Nazarí, su huella está también prendida en la sangre de Nómada, su hijo, que con apenas cinco años, se ha destacado ya como uno de los puntales de la cuadra de Ventura para el presente y para el futuro, desplegando una panoplia de registros inmensa a la hora de hacer el toreo. Como Nivaldo, que también ha explotado a lo grande en su segundo año en las huestes de Diego. Otro caballo llamado a hacer historia por lo que hace, donde lo hace y cómo lo expresa, con tanta belleza. Junto a ellos, el inigualable Bronce, otro caballo para la historia en tiempo presente. Pilares de una cuadra cada vez más redonda a la que se han asomado hasta cinco debutantes: Hatillo, As de Oro, Tequila, Quizás y Divino. Algunos de ellos vivieron ese estreno en Jerez de la Frontera, la tarde del 7 de mayo, la corrida en solitario de la temporada, en la que, como en Mérida el año anterior, Diego Ventura expuso que el rejoneo del mañana ya está hoy aquí.

Pero 2023 no ha terminado para él. En apenas unos días volará a México para completar una nueva temporada de una docena de corridas de toros, cuyos carteles ya se van conociendo y donde el genio de La Puebla del Río terminará de componer otro año mágico.