Esplendor para una noche de lujo

27/09/2019
ELVAS
Vuelta
Varela Crujo
 
Noche de lujo en el Coliseum Comendador Rondao de Almeida para tributar homenaje a Joaquim Bastinhas, a quien ya hicieron su reconocimiento todos los actuantes antes de romper plaza. Aspecto impresionante del coso, con los tendidos llenos por completo y todas las entradas vendidas desde por la mañana. Ambiente, pues excepcional, para disfrutar de una noche que era una especie de compendio de lo más granado del rejoneo portugués de los últimos años. Noche de esencia a la que no podía faltar Diego Ventura, quien firmó una sobresaliente actuación del mismo recibo a portagayola de su toro con el hierro de Varela Crujo. Alta tensión y máxima emotividad del jinete de La Puebla Del Río para imprimirle a la noche esa especie de destello de un rayo que marca la diferencia. Fue la suya siempre una faena de plena emotividad por la sincera capacidad con que encaró y resolvió las complicaciones del astado, con el que se ajustó una barbaridad en encuentros de mucha exposición. Ya fueran éstos dando las ventajas a su oponente de ir perdiendo pasos y entregando distancias para resolver el quiebro en un palmo de terreno, cuando la culata del caballo casi tocada las tablas. O para clavar al violín después de quebrar con el toro metido bajo su mando. O con el par a dos manos, que no fue sencillo de ejecutar por lo incierto del toro. Deslumbró Diego Ventura a Elvas por su don para hallar tantas respuestas y hacer de cada una de ellas la expresión de un tratado de cómo se torea a caballo. Porque era una noche de lujo en un ambiente de lujo y sólo cabía coronarlos con el esplendor de una actuación de oro.