Unanimidad y clamor ante el triunfo de Ventura en Madrid

Unanimidad y clamor son la dos palabras que mejor definen el reflejo que ha tenido en la prensa especializada el triunfo de Diego Ventura en la Plaza de Toros de Las Ventas y que ha supuesto su decimotercera Puerta Grande. Un triunfo que, a decir del común de los medios, refuerza su magisterio y su dominio del rejoneo de estos tiempos. La coincidencia de todos ellos está también en la dimensión que el jinete de La Puebla del Río ofreció ante dos toros tan diferentes como los que conformaron su lote. El primero, un deleite de calidad. El segundo, un toro tremendamente exigente a partir de sus muchas complicaciones. En el caso de los medios generalistas, El Mundo titula Ventura, trece veces grande y, en la crónica que firma Íñigo Crespo (que también lo hace en Aplausos) se destaca que la primera fue "una faena soberbia a todos los niveles", en tanto que la segunda lo fue "de alto voltaje a lomos de Sueño". Crespo califica a Diego como "genio" y como "maestro del arte de torear a caballo". En La Razón, Ismael del Prado define a Ventura como "leyenda que no cesa", en tanto que en ABC, Andrés Amorós resalta que el torero de La Puebla del Río "cabalga en su Sueño". En cuanto a los portales taurinos, José Miguel Arruego firma una espléndida crónica en Mundotoro que titula "El sueño ojedista de Ventura" y escribe que "las habrá habido más rotundas, con más trofeos, incluso puede que más unánimes. Pero ¿alguna con más mérito que ésta última?". En Cultoro, Javier Fernández titula "Ventura consigue la gloria del toreo a caballo por decimotercera vez". En Burladero, Lucía Fuente subraya que Diego Ventura firmó en Madrid dos faenas "enérgicas y apasionantes". Titulares, extractos, valoraciones que confluyen en la importancia y contundencia de lo logrado por el jinete hispano-luso en la primera plaza de toros del mundo. A ella vuelve el próximo domingo con más sueños que conseguir y más historia que prolongar.