Diego Ventura da una lección magistral en Cuenca y sale a hombros

Diego Ventura ha vuelto ha mostrarse en plenitud en el mano a mano que ha mantenido esta tarde con Sergio Galán en la plaza de Cuenca. El rejoneador de La Puebla ha cortado dos orejas, pero el premio se podía haber multiplicado de no haber fallado con el acero después de un auténtico despliegue del mejor toreo a caballo. Lo de Ventura hoy en Cuenca ha sido un derroche de torería y pureza, una lección magistral que los buenos aficionados han sabido paladear y disfrutar. A su primer toro lo paró con Cigarrera, colocando un solo rejón de castigo. En banderillas lo bordó con Nazarí, templando al toro a milímetros en el estribo. Con él puso dos banderillas de punta a punta de la plaza, haciéndolo todo con torería y mucho temple. Oro no le fue a la zaga, ya que este gran caballo también templó mucho de costado, tapando las complicaciones de un toro que tenía tendencia a cruzarse. Cerró la faena con Toronjo poniendo un buen par a dos manos y matando de rejón fulminante. Cortó la primera oreja. En el segundo de su lote se lució de salida con Maletilla, parando al toro dándole doblones y clavando un rejón con mucha pureza, citando de frente de punta a punta de la plaza. En banderillas Chalana galopó mucho y muy bien de costado y puso dos banderillas batiendo con pureza. A continuación Milagro dejó tres quiebros con gran ajuste que llegaron mucho al público. Volvió a concluir con Toronjo con tres cortas y un pinchazo antes de un rejonazo. Sumó una nueva oreja. Pero la tarde de Ventura siempre fue a más, de modo que en el último de su lote llegó la faena cumbre. Lo paró con Cigarrera con la garrocha a porta gayola. Como el toro salió con mucho brío, el público sintió la emoción de este primer momento de la lidia. En banderillas, Diego sacó a la nueva estrella de la cuadra, Sueño, que bordó el toreo galopando de costado con muchísimo temple, dando recortes por los adentros y llegando mucho al público. Puso dos banderillas de poder a poder que levantaron a la gente de sus asientos. La faena siguió subiendo de tono con las dos banderillas de Morante y su personal toreo. Concluyó con Remate clavando tres cortas al violín y después llegó el calvario de los pinchazos, emborronando una faena que podía haber sido de rabo. Tanto es así que después de seis pinchazos, el público le pidió dar la vuelta al ruedo, a lo que Ventura accedió. Fotos: Glez. Arjona
26/08/2014
Cuenca
oreja, oreja y vuelta al ruedo Toros: Pallarés
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