El acero se lleva el premio

31/03/2018
CALZADILLA DE LOS BARROS
Ovación
Casa Prudencio
Dos factores a la contra se cruzaron hoy en el camino hacia el triunfo de Diego Ventura en el festival de Calzadilla de los Barros. De un lado, el juego deslucido de su oponente, un novillo de Casa Prudencio que se pareció poco a sus hermanos de ocasiones precedentes. Parado, pegajoso y sin transmisión, apenas se prestó a cuanto propuso el torero. El otro condicionante definitivo fue su desacierto con el rejón de muerte, que terminó por frustrar cuanto puso sobre el tapete de la lidia para ganar la partida. Ya de salida, tercio para el que sacó a Guadalquivir, comprobó el jinete las reservas del utrero, por lo que, ya desde el principio, tuvo que llegarle mucho a la cara para provocar su acometida. Un argumento técnico que tuvo que hacer habitual en banderillas, en una faena que fue puro oficio, desarrollada toda ella en las cercanías de los terrenos del novillo, a las que Ventura se asomó una y otra vez. Se sobrepuso el rejoneador al comportamiento apagado de su enemigo, pero llegó entonces una serie de pinchazos en el último tercio que le privaron de una recompensa mayor que el reconocimiento del público extremeño en una fuerte ovación.