Triunfo grande de Ventura en Berja

El primer gran éxito de la tarde estuvo en lo tendidos, en el lleno de "no hay billetes" registrado como la noche anterior en Beja. Un ambiente precioso, de máxima expectación, de gente motivada y contenta por ver toros, ilusionada y, al final de todo, también correspondida. No cabe mayor éxito tras una tarde de toros que la felicidad y el disfrute de la gente que pasa por la taquilla con la esperanza de ver algo mágico y distinto. Y esta tarde pasó de nuevo. La faena grande de la tarde llegó en el cuarto. Y fue grande ya desde el inicio con Añejo en una actuación estelar de este caballo que hace olvidar que sea nuevo por su capacidad para doblarse y encelar a los toros y hacerse enseguida con sus embestidas para luego aprovecharlas y hacerlas grandes clavando muy de frente y muy verdad. Cumbre estuvo Nazarí. Lo suyo es puro imán para pegarse los pitones a la barriga y galopar de costado con ese sentido del temple que es propio sólo de los más grandes. Nazarí derrocha torería con todo lo que esta palabra encierra. Es el caballo que nunca falla. El que siempre se impone, al bueno y al malo. El que nunca defrauda. El que vive por siempre en el listón más alto con el que se mide la calidad. La plaza era ya una bomba de entusiasmo que Chalana hizo explotar clavando dos banderillas espectaculares al batir en la misma cara después de llegar a ella con un balanceo de primor. El carrusel de cortas con Remate precedió a un rejonazo soberbio, el único colofón posible para una composición como la que Diego acababa de concebir. Los máximos trofeos, tan innegables como la felicidad que irradiaba la expresión plena de Ventura cuando está lleno de verdad. Manso y muy parado el primer toro, le obligó una vez más a componer su obra casi sin materia prima. Lo recibió y lo paró con Bronce, con el que clavó un rejón de castigo tras doblarse con el toro y medir el jinete que tocaba administrar con mimo las opciones justas del ejemplar de Passanha. Inició el segundo tercio con Sueño para ejecutar dos banderillas andando hacia atrás y llegando mucho al público para luego, con Roneo, recrearse en dos banderillas de frente de alto nivel aderezadas con esa lidia que es belleza pura según la hace este caballo con sus recortes tan característicos y tan toreros. Cerró la faena Ventura a lomos de Remate y un carrusel de cortas al violín ligado y vibrante que eran el pasaporte a los trofeos de no haber mediado un pinchazo antes del rejón definitivo.  
07/08/2016
 Berja
 oreja y dos orejas
Passanha